A medida que los fabricantes continúan expandiendo su presencia global, se dan cuenta de los beneficios y ventajas competitivas de fabricar en regiones con una ubicación geográfica más conveniente.
Para las empresas esta idea ha crecido en la última década. La guerra comercial entre EE. UU. y China y la reciente pandemia de coronavirus han renovado esta preocupación y muchos países se dieron cuenta de la necesidad de una nueva estrategia para cadenas de valor más diversificadas, menos riesgosas y más resistentes para crecer.